Mi HISTORIA contada por lemas
- @yagofitgoal | El Entrenador del Pie

- 11 oct
- 6 Min. de lectura
GRACIAS, de todo corazón
Lo primero que quiero expresar hacia ti es gratitud. Gratitud por estar en este preciso momento dedicando parte de tu valor más preciado, tu tiempo, a este pequeño fragmento de texto, con todo lo que estará pasando por tu cabeza ahora mismo.
Así que, démosle sentido a todo esto. Gracias por querer conocer mi historia, espero que te inspire a hacer algo HOY MISMO.
Hola, ¡soy Yago! Como definirían mis relaciones más cercanas, una persona constante, sacrificada, humilde y leal (De hecho es lo que dijeron mis padres y mi mejor amigo cuando les pregunté allá por 2020).
Desde bien pequeño, he sido un pequeñajo que no podía separarse de su madre por nada del mundo. Soy el más pequeño de 3 hermanos, no sé si tiene algo que ver, pero te lo cuento. Sí, lo confieso, he tenido mucho apego hacia mi madre… venga vale, todavía queda algo, no te voy a mentir.
Por destacar un claro ejemplo de ello, recuerdo cuando, en el primer año de la etapa de Primaria en el colegio, no sé cuantos días, imagino que muchos, me tiraba los primeros 10 minutos del día llorando desde el momento que mi madre me dejaba en clase. A día de hoy, aunque llevo años queriendo salir de casa e independizarme, sé que todavía quedan restos de este niño interior que aún habita en mí. Pese a ello, agradezco que así sea. No me arrepiento de nada, todavía le debo mucho a mi madre, como al resto de mi familia. Han hecho y siguen haciendo mucho por mí.
Crecí. Pasé a ser un adolescente. No me rebelé hasta el punto de dejar de hablar a mis padres ni nada de eso, pero sí que es cierto que todo me parecía mal: que no me dejaran hacer “x” plan; que volviera a “x” hora a casa; que tomara “x” decisión en los estudios… ya sabes, lo típico. Pero, ¿sabes qué? Ojalá hacerlo igual de increíble cuando sea mi momento de ser padre. Aunque no lo parezca en tu mente de adolescente, yo sí lo creo, quieren lo mejor para ti, cueste lo que cueste.
En esta etapa, también me definiría como algo “cabroncete”. Dentro de mi grupo de amigos no considero que fuera el líder, pero sí que tenía cierto “estatus”, por decirlo de alguna manera. Hice daño. Ojalá en ciertos momentos de esta etapa pudiera volver para cambiarlo, pero ya está, no debo arrepentirme.
Tenía miedo. Muchas veces simplemente me dediqué a ser parte del grupo, aún dejando de lado a un amigo. Era vergonzoso, tímido, reservado… pero en el fondo siento que tenía miedo por decir algo o expresar mi opinión sin saber con certeza qué podría pasar. Miedo a la incertidumbre por no controlar la situación.
¡Eh! Pero no me quedo con esta parte no tan positiva, que mucho me ha hecho aprender. También hice muy buenas acciones, creé vínculos y relaciones que me aportaron mucho valor en ese momento y traté de hacer cosas por el bien común. Y sí, lo de la vergüenza y el miedo al “qué dirán” es algo que forma parte de mí porque lleva mucho tiempo dentro, pero hace unos años esto empezó a cambiar… ¡Qué gran decisión!
“La decisión es tuya, el momento ahora”
Cuando decidí empezar a compartirme en redes sociales un 14 de Agosto de 2018, en mi 19 cumpleaños, este fue el primer lema al que llegué a la conclusión de que era básico para cualquier propósito que quisiera conseguir en mi vida. Desde conseguir el trabajo que deseo, una relación, o ese cuerpo idílico creado por la mente. Todo empieza aquí y ahora, y además, está en tus manos. Los débiles te dirán que tú no tienes el control para conseguirlo, que si la economía, el país, la política, etc. ¡Qué les jod…an! Lo que depende 100% de ti es determinante, y es por donde debes empezar, del resto no te preocupes, irás encontrando la manera para dominarlo también y dirigirlo a tu favor.
Yo me atreví, me lancé, y puedo asegurarte a día de hoy, 5 años después, que empezar en el mundo de las redes sociales fue una de las mejores decisiones de mi vida. Me ha hecho crecer como persona mucho más rápido, madurar; cometer errores bastante gordos con aprendizajes ocultos que hoy me hacen ser quien soy; mejorar mis habilidades tecnológicas, de comunicación, de organización, entre muchas otras; y muchísimas cosas más. Al fin y al cabo, ha formado parte de mi crecimiento, de lo que soy hoy, aquí y ahora.
No mucho después de lanzarme con mucha ilusión, llegó un pequeño conflicto interno. Yo también quería cambiar mi cuerpo hacia las expectativas de lo que era socialmente aceptado y atractivo. Era entrenador y no tenía el cuerpo de lo que la sociedad asociaba a un entrenador. Sin embargo, me flipaba el mundo, no paraba de formarme, pero la idea física del cuerpo me apagó hasta hacer creerme que no, yo no era capaz.
Durante mucho tiempo, esa idea en mi cabeza me generó mucha frustración, no era capaz de conseguir la expectativa soñada pese a cada vez tener incluso más conocimientos y herramientas para hacerlo realidad: más formaciones online; la carrera universitaria… la famosa "titulitis". Perdí la confianza en mí mismo. Ya no valoraba lo que era ni siquiera lo que hacía, pese a estar contribuyendo y ayudando sin darme cuenta...
Pese a todo ello, crecí y me hice fuerte. Hoy ya no sueño con expectativas en cuanto a la forma, sino que acepto dónde estoy y decido conscientemente hacia donde quiero ir, sin juzgarme. Esto lo cambia todo, hasta ese ansiado cuerpo físico. Lo tengo que decir, me siento en el mejor estado físico de mi vida, y ahora es cuando menos “entreno”. Todo ello gracias a que, cada día...
“Sonríe cada día”
Este fue mi segundo lema. Dejé las redes sociales un tiempo, pero volví con la misma ilusión del principio.
Creo que es una de las afirmaciones más simples que he compartido, y que a la vez, más fácil es de aplicar. Sonreír es algo que depende al 100% de nuestra voluntad propia. Sí, seguramente sucedan hechos que puedan justificar que no sonrías, pero tú puedes seguir decidiéndolo.
No recuerdo bien si fue en este momento, o un poco antes, pero quiero compartirte algo de mi etapa como “vendedor de cruceros”, un claro ejemplo de desconectar de mi esencia y tratar de conseguir la solución más rápida posible. De este pequeño periodo me llevo un aprendizaje que estoy seguro que será para siempre.
Dentro del rápido mundo en el que vivimos, donde todo es inmediato, en el que hemos perdido la paciencia, nos estamos convirtiendo al mismo tiempo en seres súper influenciables. Cada vez, nuestro cerebro está más estudiado, y si no tenemos el suficiente trabajo personal, de manera muy fácil podemos ser engañados y manipulados.
Con todo esto, no quiero decir que me estafaron, porque igualmente conocí a personas que me inspiraron, y mucho. Sin embargo, siento que lo que yo hice no es para todo el mundo, y antes de atreverte a introducirte en estos mundos, como en cualquier otro en realidad, necesitas algo que para mí es ESENCIAL, claridad. Agradezco no llegar a convencer a nadie de mi entorno para hacerlo también, porque lo intenté.
Por dejar una conclusión clara, el éxito no llega de un día para otro, y eso es justamente lo que hace que sea un éxito. Lo que eres capaz de conseguir con muy poco esfuerzo, no tiene valor, no es un éxito. En cambio, lo que cuesta, lo que se trabaja con constancia y ánimo te recompensa y mucho.
“Haz algo INCREÍBLE cada día”
Muchas cosas han pasado hasta hoy, donde este tercer lema me define a la perfección y a su vez, está directamente relacionado con los dos anteriores. Pero esto solo ha hecho más que empezar (ui… qué típico me ha quedado, ¿no?). En cuanto a este lema, siento que no es necesario contarte nada, es simple y directo, y por ello espero que al menos sea esta pequeña afirmación la que te lleves al haber leído todo este texto.
Por parte de esta nueva etapa, qué decirte… ¿Tengo ilusión? Muchísima. ¿Va a aportar al mundo? No lo dudo. ¿Siento que es necesario que lo conozcas y seas parte de ello? Sí.
Así que nada más, espero seguir viéndote desde cerca, cada vez más. Gracias de nuevo por dedicarme tu tiempo, espero que te haya servido.
Por cierto, todavía me queda mucha historia por escribir, y a ti también. Hagamos de nuestra vida un juego divertido y emocionante.
Sígueme en INSTAGRAM para ser parte de mi historia y crecer juntos en esto.


Comentarios